Tras contactar con LG por todos los canales posibles (a través de su web, del teléfono, de las redes sociales...) y recibiendo siempre una respuesta negativa a mi caso decidí crear este blog (aquí podéis ver la descripción de mi problema => LINK) y darle la mayor difusión posible a mi problema para que, ya que yo no sacaré nada en claro, al menos que a ninguno de vosotros os tomen el pelo como han hecho conmigo.
Bien, ayer recibí una llamada de LG indicándome que iban a estudiar mi caso (por enésima vez...) y que se pondrían en contacto conmigo en unos días. Ese segundo contacto se ha producido hoy a las 15:12 en una llamada en la que me han dejado, si cabe más que nunca, con la sensación de que se ríen de mí. La solución ofrecida pr LG ha sido, ni más ni menos, ACUDIR A UN SAT, PEDIR PRESUPUESTO Y REPARAR MI TV... acaso creen que soy estúpido y no conozco esa posibilidad?? Por supuesto, les he dado las gracias por su gran ayuda fruto de horas de dedicación no sin dejar de preguntarle si se les había ocurrido también como opción el tirar mi TV a la basura y comprar otra nueva...
Ya sabéis, NO COMPRÉIS NADA A LG!!
Bienvenidos a mi blog en el que narro mi experiencia con mi TV LCD LG modelo 42LG5000 y que espero os sirva para descubrir cómo es LG en realidad, al margen de las millonarias campañas publicitarias en las que todo es maravilloso.
Como indica el título de esta entrada, mi TV ha sufrido TRES AVERÍAS en un periodo 2,5 AÑOS. Este detalle, por sí solo, creo que ya es un fiel indicador de la calidad del producto pero no obstante os narraré mi historia para que podáis conocerla.
Mi TV fue adquirida en Diciembre de 2008 y mi problema comenzó en Octubre pasado cuando, de repente, dejó de funcionar. Nos acostamos una noche apagándola de forma normal y al día siguiente no encendía. Tras hablar con LG y abrir una incidencia en garantía, vino a mi casa un técnico de ASPAL S.L., quien retiró mi TV. Tras “repararla”, me la devolvieron el 3 de Noviembre.
Sin embargo, al conectar aparatos a través de las conexiones HDMI (Imagenio, PS3, portátil...) ninguno de ellos funcionaba por lo que tuve que volver a abrir una nueva incidencia para que de nuevo vinieran a recoger mi TV. Eso sí, desde ASPAL S.L. decían que no era un problema de la TV sino mío y que ellos habían reparado el aparato y hecho las comprobaciones pertinentes... algo falso obviamente. Unos días después pasaron de nuevo a por mi TV (concretamente el 15 de Noviembre) para llevarla a reparar. No fue éste el único problema con ellos ya que a las malas maneras en cada conversación telefónica hay que añadir que me devolvieron la TV con arañazos en el marco de plástico brillante...
Esta reparación se demoró más de lo inicialmente previsto, llegándome a decir LG que se había aprobado la sustitución por un aparato nuevo(de hecho, me facilitaron por teléfono el código de aprobación de esa sustitución, que puedo aportar). Sin embargo, a pesar de esto, finalmente se reparó y me la devolvieron el 30 de Noviembre (en total, mes y medio desde la aparición de la avería...).
Hasta ahí todo más o menos razonable si no fuera porque hace unas semanas (ya fuera de garantía, puesto que acabó en Diciembre) mi TV ha vuelto a estropearse, mostrando una banda negra horizontal de unos 15 cm en la parte superior que hace que no se pueda ver de manera adecuada. Obviamente entiendo que si éste fuera mi primer problema con el aparato tendría que asumirlo al estar ya fuera de garantía, pero con el historial de mi TV y sabiendo que se había aprobado la sustitución por un aparato nuevo creo que es más que razonable que crea que si se hubiera realizado esa sustitución este problema no habría ocurrido. Creo que no es en absoluto admisible que una TV de 800 € con 2 años y medio haya sufrido ya 3 averías con ésta y que LG, marca que yo tenía por “grande” y a la que le preocupaban sus clientes, se lave las manos...
He comunicado mi caso a LG a través de su servicio de atención al cliente así como recurriendo a sus perfiles en redes sociales (Facebook, Twitter) y el resultado siempre ha sido el mismo: LG SE LAVA LAS MANOS.
Os dejo un video en el que podéis apreciar cómo se ve mi TV para que juzguéis vosotros mismos. Por supuesto, yo lo tengo muy claro: JAMÁS VOLVERÉ A COMPRAR NADA A LG.
